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viernes, 23 de marzo de 2007

La Vida Espiritual.




Estas notas son un resumen algo recreado de un texto de Henri Nouwen, preparado para un retiro de Cuaresma el pasado año:



1- Una inquietud interior, un agobio, por alcanzar, por terminar, por conseguir, aun a sabiendas de que nunca me sentiré totalmente satisfecho. Al mismo tiempo no queremos detenernos, tenemos miedo a que de pronto todo quede vacío y en silencio, porque tendremos que mirar de frente nuestra propia realidad, lo que somos o creemos ser. Creemos realmente en Dios y en su amor? Confiamos en Él? Le conocemos de verdad? Qué imagen guardamos de ese Dios en quien decimos creer? Pero en medio de todo el ruido que llena nuestra vida permanece un voz suave, como un susurro, que se empeña en decir: “Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, que yo les aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso. Porque mi yugo es llevadero, y mi carga ligera” (MT 11, 28-30). Esa voz habla desde lo más hondo de nuestro corazón.

2- Poder escuchar esa voz, crear las condiciones para ello, creer en lo me dice y vivir de acuerdo con eso es la vida espiritual. Esa voz me dice: DIOS ES AMOR<>. Esa simple afirmación tiene enormes consecuencias desde que vivimos a partir de ella: Si Dios, que me ha creado, es amor y solo amor, yo soy amado antes de que ningún ser humano me amara. Este primer amor es la razón y el fundamento de mi vida. Pero: Nosotros andamos por la vida indagando acerca del amor, preguntando siempre a todos y a todo: Me quieres? Y ese amor que encontramos nunca colma, siempre nos deja insatisfechos. El gran reto espiritual consiste en descubrir a lo largo de nuestra vida que el amor limitado, condicional y temporal que recibimos de nuestros seres queridos es reflejo del amor ilimitado, incondicional y eterno de Dios.

3- Siempre estamos tentados por el fatalismo, el desaliento, la desesperanza. El fatalismo es la actitud que nos hace vivir como víctimas pasivas de las circunstancias exteriores que escapan a nuestro control. Los cubanos sabemos mucho de esto. Lo opuesto al fatalismo es la fe. La fe consiste en la confianza profunda en que el amor de Dios es más fuerte que todos los poderes anónimos del mundo y puede transformarnos de víctimas de las tinieblas en siervos de la luz. (MT 17, 19-20). Pensemos en los diferentes modos fatalistas que tenemos de pensar, hablar o actuar, e irlos transformando poco a poco en actos de fe. Este movimiento del fatalismo a la fe es una parte importante de nuestra vida espiritual, porque ayuda a disipar las tinieblas de nuestro corazón y nos transforma en personas cuya confianza en el amor de Dios puede realmente “mover montanas”.

4- Una vida espiritual es una vida agradecida. La verdadera gratitud espiritual abarca todo nuestro pasado, tanto los buenos como los malos acontecimientos, los momentos alegres y los tristes. Aun lo malo que sucede, ocurre estando nosotros en la presencia amorosa de Dios. El propio sufrimiento de Jesús fue causado por los poderes de las tinieblas, y sin embargo él habla de su pasión y su muerte como de su camino de gloria. A veces resulta difícil conservar toda nuestra vida bajo la luz del agradecimiento: cosas que rechazamos, por las que nos sentimos avergonzados o culpables, cosas que no debieron ocurrir, que nos lastiman. Pero siempre que aprendemos a mirarlo COMO DIOS LO VE, todo se vuelve bendición porque nos lleva a un conocimiento más profundo de la misericordia de Dios, a la convicción de la guía providente de Dios. “Todo es bien para los que aman a Dios”-dirá San Pablo. Ser agradecidos nos hace más libres y capaces para ser enviados al mundo y anunciar la BUENA NUEVA. Todas nuestras faltas y dolores pueden transformarse en agradecimiento y hacernos a nosotros capaces de convertirnos en mensajeros de esperanza.

5- Una vida espiritual transcurre bajo el signo de la sencillez y la confianza. Y en ella ocupa el pobre un lugar muy, especial. Dice Jesús: “Bienaventurados los pobres”, y no Bienaventurados los que ayudan a los pobres. Aquí está una clave importante del reino y de la vida espiritual. Ayudar, servir, ofrecer consuelo, todo esto es bueno. PERO: es mucho más importante reconocer que los pobres son portadores de una bendición de Dios para mí. Cuál? Ellos me permiten vislumbrar el rostro de Dios. El cielo consiste en ver a Dios, podemos ver a Dios en el rostro de Jesús, y vemos a Jesús en los pobres. Los pobres nos muestran a Jesús y nos dan vida –dijo una vez Jean Vanier. En esto radica el misterio del servicio cristiano: los que sirven a Jesús en el pobre serán alimentados por el mismo a quien sirven. (LC 12,37). Necesitamos tanto que nos bendigan y el pobre está esperando bendecirnos. Los pobres son portadores de Gracia.

6- La soledad y el silencio son importantes en la vida espiritual, pero Jesús envió a sus discípulos “de dos en dos”, porque no quiere que hagamos este viaje solos. “Miren que los envío como ovejas en medio de lobos; sean sencillos como palomas y astutos como serpientes”. La comunidad es importantísima para la vida espiritual, ella nos envía y nos protege, nos alimenta y nos sostiene. Dijo Jesús: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Juntos podemos revelar algo de Dios que ninguno de nosotros puede revelar por sí solo.

RESUMEN: Una vida espiritual es una vida celebrada, agradecida, compartida, aceptada. Una vida en la que puedo escuchar la voz de Dios, revelándome su amor en los pobres y en toda su creación. Dijo Henri Nouwen:

“La grandeza espiritual no tiene nada que ver con ser mayor que los demás. Tiene mucho que ver con llegar al nivel al que cada uno de nosotros tiene que llegar. La verdadera santidad es precisamente beber tu propia copa y confiar en que así, asimilándote plenamente a tu propio caminar por la tierra, que es irremplazable, puedes llegar a ser una fuente de esperanza para muchos”.

1 comentario:

Manuel dijo...

La foto que acompaña a este artículo fue tomada en la Iglesia parroquial de Limonar, provincia de Matanzas, Cuba, atendida por una congregación religiosa femenina y los PPCarmelitas Descalzos.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.