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lunes, 16 de julio de 2007

El profeta herido.


“Henri Nouwen ha sido uno de los más prolíficos autores espirituales de los últimos tiempos. Para miles de lectores en el mundo entero, Nouwen articulaba la búsqueda de Dios y del amor de un modo que sintonizaba con su propia experiencia personal y sus anhelos. Era el guía espiritual por excelencia.
Pero ¿Quién era Henri Nouwen?; ¿Qué clase de persona era?; ¿Cuál fue su peripecia vital?
Michael Ford presenta un convincente retrato de un atractivo y complejo ser humano; de una persona para la que el sacerdocio era el elemento central de su vida, pero que tuvo que luchar para vivir hasta el final su vocación. Nouwen era una persona cálida y generosa que luchó duramente contra los demonios interiores de su inseguridad y su ansiedad. Esta biografía proporciona un retrato honesto y comprensivo que examina todas las áreas de la vida de Nouwen, incluida su educación en el seno de su familia, su vocación sacerdotal, sus excepcionales dotes de escritor y orador, sus amistades, su sexualidad y su profunda inquietud.
Henri Nouwen, el profeta herido es un libro imprescindible para todos cuantos han bebido en la obra de Nouwen, porque presenta un valiente y ameno retrato de un hombre cuyos libros, de gran profundidad espiritual, brotaron de un alma herida y en búsqueda”.

El texto anterior está tomado de la contraportada de la edición en español del libro citado, y es uno de los libros que he leído varias veces y seguiré leyendo por mucho tiempo más, mientras Dios me de vida. Me gustaría agradecer personalmente a Michael Ford el que haya escrito este libro. Y me gustaría recomendarlo a todos los amigos de este blog.

Me gustaría compartir algunos textos que he subrayado en mi ejemplar del libro, y que tienen un significado especial para mí:

Toda la obra de Henri Nouwen brota de “una intensa visión” y nos permite “avanzar y profundizar en la búsqueda de un Dios que ama”.El Dios de que Henri nos habla en sus libros es “un Dios del que todos queremos estar cerca”. Para Nouwen, “la vida espiritual es un proceso de búsqueda de nuestro ser más íntimo, de nuestros congéneres y de nuestro Dios”. Nouwen fue “un artista sumamente sensible que ayudaba a la gente a sintonizar con su vida espiritual mediante la gracia implícita en sus propias dificultades”; para él, “la contemplación estaba en el centro de todas las cosas y era la disciplina de vivir en presencia de Dios”.

Creo que me gustaría seguir hablándoles sobre este libro.

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.