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viernes, 7 de septiembre de 2007

Poesía de TM.


Hace un tiempo publicamos algunos apuntes sobre la poesía de Thomas Merton, a partir de la lectura de una tesis doctoral de Sonia Petisco, comentando que era bien poco lo que sabíamos sobre este tema. Algunos amigos me han pedido que siga tratando acerca de este tema, pero de una forma más sencilla y elemental para que pueda resultar más comprensible. No creo que lo publicado antes fuera muy complicado, aunque tal vez algo extenso y sin matizar. En fin, que por eso aquí les va la lista de los textos poéticos fundamentales de Merton, según la división que hace Sonia Petisco en su tesis doctoral, para que tengan una visión general del tema.

Primeros libros de poemas: Fuga Mundi y abandono en Cristo
Early Poems (1940-1942)
Thirty Poems (1944)
A Man in the Divided Sea (1946)
Figures for an Apocalypse (1948)
The Tears of the Blind Lions (1949)

De la soledad a la solidaridad: Etapa de transición
The Strange Islands (1957)
Original Child Bomb (1962)
Emblems of a Season of Fury (1963)

Últimos antipoemas: Hacia una geografía del espíritu
Cables to the Ace (1968)
The Geography of Lograire (1968)


En sus conclusiones escribe Sonia Petisco:
“La trayectoria poética de Thomas Merton en la que se ha centrado nuestro estudio, desde 1940 con la publicación de Early Poems hasta 1968 con The Geography of
Lograire, nos ha permitido verificar que el gran móvil de todo su planteamiento
ontológico y religioso es precisamente su aspiración a la Palabra. En ella proyecta,
orienta y administra su propia imagen literaria y humana.
Si en un principio vivió un profundo conflicto entre su vocación contemplativa y su
experiencia literaria, entre el silencio y la pregunta, pronto superaría estas tensiones,
esta dualidad, este cruce de caminos de sentirse confinado en unas fronteras que sin
embargo llevarían dentro de sí un amplio carácter de universalidad. Frente a este
sentimiento de disolución contrapone el espíritu de creación, el apetito de la vida por
afirmarse en sí misma, como si las fuerzas del espíritu bañadas en las aguas de la
escritura nos trascendieran y nos salvaran.
Desde esta perspectiva, tan antigua y tan nueva, Merton vuelve una y otra vez a las
fuentes de Gerard Manley Hopkins o William Blake, reconociendo en la plenitud
poética no sólo un mero índice de lo sagrado, una búsqueda cognoscitiva, sino también
uno de los más poderosos instrumentos de subversión y crítica; su voz se alza, así,
intempestiva y liberadora en sus hipótesis y evocaciones, metáforas y correspondencias”.

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.