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miércoles, 17 de diciembre de 2008

Un poco de verdad a la sombra de un mundo violento.

Thomas Merton fue un admirador de GANDHI y su programa de la No-violencia; publicó un libro con textos de Gandhi, elegidos por el propio Merton, y con un prólogo en el que presenta su visión del tema. Merton se implicó profundamente en el trabajo por la paz.
"La táctica de la no-violencia es una táctica de amor que busca la salvación y redención del adversario, no su castigo, su humillación, su derrota. Una presunta no-violencia que trate de derrotar y humillar al adversario con un ataque espiritual en vez de con un ataque físico, es poco más que una confesión de debilidad. La verdadera no-violencia es totalmente diferente a eso, y mucho más difícil. Se esfuerza por actuar sin odio, sin hostlidad, sin resentimieto. Trabaja sin agresión, tomando el lado bueno que sea capaz de encontrar ya en el adversario. Eso quizá sea fácil de decir en teoría. No es fácil en la práctica, especialmente cuando el adversario es incitado a la agria y violenta defensa de una injusticia que él cree justa. Por tanto, hemos de tener cuidado de cómo hablamos de nuestros adversarios, y aún más cuidado de cómo regulamos nuestras diferencias con nuestros colaboradores. Es posible que surjan las más agrias disputas y los odios más virulentos entre los que se entiende colaboran a favor de la más noble de las causas. No hay nada tan apropiado para arruinar y desacreditar un ideal santo como una guerra fratricida entre santos". (Página 83)
"Gandhi no quiere decir que todo el mundo pueda esperar hacerse no-violento sólo con desearlo. Pero todos los que comprenden vagamente esa necesidad de verdad han de buscarla por el camino de la no-violencia, ya que realmente no hay otro camino.Quizá no lo logren plenamente. De hecho, su éxito puede ser muy escaso. Pero con un poco de buena voluntad empezarán por lo menos a alcanzar la verdad. Por causa de ellos habrá al menos un poco de verdad en la sombra del mundo violento Esta idea de Gandhi, sin embargo, no puede comprenderse si no recordamos su optimismo básico sobre la naturaeza humana. Él creía que en las ocultas profundidades de nuestro ser, profundidades que a menudo están completamente aisladas de nuestro consciente modo inmoral de vivir somos en verdad más no-violentos que violentos. Creía que el amor nos es más natural que el odio. Que la verdad es la ley de nuestro ser". (Página 81)
"Conjeturas de un espectador culpable"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánta sed hay en el mundo de una simple muestra de cariño. Necesitamos el amor. Queremos un abrazo, una caricia, una sonrisa, una broma, una conversación profunda, saborear un paseo en silencio y disfrutar un parloteo intrascendente. Sentirnos vivos por ser amados y amantes.
Como decía Miguel Hernández, son muchos los mundos que podemos abrir y cerrar con los ojos y los brazos. Y como decía Thomas Merton, en la raíz de toda guerra, interna y externa, está el miedo. El miedo a que no sigan venciendo nuestras conveniencias y beneficios materiales. Para seguir cómodamente instalados en ellos somos capaces de disfrazar la verdad, ocultarnos hasta nosotros mismos, y utilizar todo, incluida la violencia. La gran ironía y paradoja es que así, los únicos derrotados somos nosotros mismos, porque convertimos en desgracia cada uno de nuestros días.
Comparto este poema de Olaizola:
NOCHE DE PAZ
Canto paz por quienes enmudecen
porque sienten su ausencia y su tardanza,
los que sufren, perdida la paciencia,
quienes callan, cautiva la esperanza.
Pido paz, que muchos no la alcanzan
si falta de sus mesas el sustento,
si olvidaron sus cuerpos los abrazos,
si pueblan sus hogares los silencios.
Digo paz, y anunciarla ya es canto
de niño, Verbo, carne y Dios eterno,
que incendia con ternuras lo apagado,
que da lumbre y abrigo a tanto invierno.
Hablo paz, villancico y misterio,
que convierte una noche en Noche Santa.
Rezo paz, miro al mundo y prometo
cantar la paz para quien no la canta
(JM R. Olaizola)

Anónimo dijo...

Uno de los aspectos más admirables de Thomas Merton es su apertura, desde su experiencia monástica, a las necesidades del mundo. Su sensibilidad, además, a cuanto de buen hay en él. Se siente solidario con todos, y enseguida hace patente esa cercanía de un modo u otro. Sabe que han de juntarse los buenos para empujar el carro: el de la paz frente a la guerra, el del amor frente a la violencia, el de la solidaridad frente a injusticia.

Anónimo dijo...

Qué actual el pensamiento de Thomas Merton en nuestro mundo, cada día más violento.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.