Seguidores

domingo, 25 de enero de 2009

San Pablo, la Unidad, la Iglesia.


Hoy, 25 de enero, es el cierre del Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos, y coincide siempre, y no por casualidad, con la celebración de la CONVERSIÓN DE SAN PABLO. La figura del apóstol de los gentiles es un punto fuerte de contacto entre las diversas iglesias cristianas, y este año precisamente desde Roma nos invitan a dedicarle especial atención a San Pablo, conocerle más, estudiar sus escritos, aprender de sus enseñanzas. Es una pena que mi tiempo ahora sea tan limitado, pero tengo un pequeño libro en el librero aguardando el momento justo para actualizar un poco mi conocimiento sobre este tema, porque no por gusto algunos han llamado a San Pablo el segundo fundador del Cristianismo. Sus cartas ayudaron a organizar la iglesia naciente, y darle una consistencia doctrinal a los que intentaban vivir el seguimiento de Jesús. Creo que en muchos lugares no se valora suficientemente lo importante de la UNIDAD DE LAS IGLESIAS, y por otra parte ciertos anuncios que llegan desde Roma causan inquietud en muchos cristianos que no ven con claridad ciertas decisiones respecto al sentido en que debe comprenderse la búsqueda de esa unidad. Creo que lo importante y lo que perdura es lo que hace cada uno en su entorno personal, por eso es un don de Dios, del Espíritu, el poder ayudar desde abajo en la construcción de nuevos consensos, de nuevos espacios de encuentro y fraternidad. Nadie es "dueño" de la Iglesia; la Iglesia somos todos, una comunidad fundada en Cristo, en la que coexisten muy diversos ministerios y carismas.

Ahora, durante esta semana, les invito a tener muy presente a Thomas Merton, cuyo natalicio celebramos el próximo día 31 de enero; así van ligadas las fechas de Nouwen y Merton, creo que las dos figuras espirituales que son columnas de este blog. Comenzando un año nos invitan ambos a seguir andando las sendas de la interioridad, la madurez humana y espiritual, y el anuncio de un Dios que es amor infinito y comunión.

En los próximos días, además, seguiremos tocando el tema de la Psicología y su relación con la experiencia religiosa y la espiritualidad.

¡Qué tengan todos un buen domingo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y hablando de Natalicio...Muchas felicidades hermano y amigo.
Desde y con tus palabras acompañás mi camino, aunque no te des cuente.
Alicia

Anónimo dijo...

Al cierre de esta semana ecuménica dejo una reflexión de otro maestro espiritual, en la línea de Merton , Raimon Panikkar:
“Las religiones están moribundas, pero la religiosidad, o mejor, la espiritualidad, no desaparecerá nunca. El cristianismo debe tomar nota y saber adaptarse al tiempo presente, dejándose esclarecer por la luz de otras creencias, dejándose enriquecer con su herencia y admitiendo que su universalidad se debe más a su esencia y a sus misterios que a sus instituciones y símbolos”.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.