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sábado, 15 de mayo de 2010

COMUNIÓN

"Si el fuego ha descendido hasta el corazón del Mundo ha sido, en esta última instancia, para arrebatarme y para absorberme. Desde ese momento no basta con que le contemple e intensifique continuamente su ardor en torno a mí mediante una fe sostenida. Es necesario que, tras haber cooperado con todas mis fuerzas a la consagración que le hace brotar, yo consienta, al fin, en la comunión, que le proporcionará, en mi persona, el alimento que, en fin de cuentas, ha venido a buscar.
 Me prosterno, Dios mío, ante tu presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero.
 Es algo terrible haber nacido, es decir, encontrarse irrevocablemente arrastrado, sin haberlo querido, por un torrente de energía formidable que parece querer destruir todo lo que lleva consigo.
 Quiero, Dios mío, que en virtud de un trastueque de fuerzas que sólo Tú puedes efectuar, el sobresalto que se adueña de mí ante las alteraciones sin número que están realizando la renovación de mi ser se cambie en una alegría desbordante por verme transformado en tí".

Pierre Teilhard de Chardin
(Himno del Universo, Trotta, 1996, página 35)

3 comentarios:

Edit dijo...

Amén...

San dijo...

La comunión de los hombres y, a través de ellos, de todo el universo en Cristo, es lo que Teilhard llama “Cristo Total” o “Cristo Cósmico”.Teilhard introdujo nuevos e interesantes planteamientos en filosofía, teología y ciencia, y un nuevo enfoque en la mística. Transcribo un par de párrafos que me parecen muy reveladores de su visión espiritual:

“Adorar, antes, era preferir más a Dios que a las cosas, refiriéndose a Él y sacrificándolas a Él. Adorar, ahora, es consagrarse en cuerpo y alma al acto creador, adhiriéndose a él para perfeccionar el Mundo mediante el esfuerzo y la investigación.”

“Amar al prójimo, antes, era no hacerle daño y curar sus heridas. La caridad, en lo sucesivo, sin dejar de ser compasiva, se consumará en la vida entregada para el avance común.”

Inés García, aci dijo...

De "Semillas de Contemplación", libro de Tomas Merton, este texto es también una "perla preciosa" para guardar y seguir meditando sobre la unidad en Cristo Nuestro Señor.

"Tú y yo y todos los hombres fuimos hechos para hallar nuestra identidad en el Cristo místico, en quien nos completamos todos mutuamente “en un hombre perfecto,
en la medida de la edad de la plenitud de Cristo”.
Cuando alcancemos la perfección del amor que es la contemplación de Dios en Su gloria, nuestras personalidades inalienables, aunque permaneciendo eternamente
distintas, se combinarán, sin embargo, en UNA, de modo que cada uno de nosotros se hallará en todos los demás; y Dios será la vida y realidad de todos. Omnia in omnibus Deus.
Dios es un Fuego devorador. Él solo puede refinarnos como oro y separarnos de la escoria de nuestra egoísta individualidad, para fundirnos en esa totalidad de unidad perfecta que reflejará para siempre Su propia Vida trina y una.
Mientras rehusemos a Su amor el poder de consumirnos enteramente y unirnos en Él, el oro que hay en nosotros quedará oculto por la roca y el barro que nos mantienen opuestos uno a otro.
Mientras no seamos purificados por el amor de Dios y transformados en Él en la unión de la pura santidad, permaneceremos separados, opuestos uno a otro, y la unión entre nosotros será cosa precaria y dolorosa, llena de trabajos y penas, y sin cohesión duradera".
(El texto completo del libro está en la página www de la revista cistecium).

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.