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viernes, 11 de octubre de 2013

EL SOLITARIO EN MEDIO DE SU COMUNIDAD

"Hay una especial ironía acerca de la soledad en la comunidad: si alguien es llamado por Dios a la soledad, aunque viva en una comunidad, su soledad será inevitable. Aunque esté rodeado por el consuelo y la ayuda de los otros, los lazos que le unen a ella en un nivel trivial se romperán uno tras otro, de manera que ya no se verá sostenido por ellos, es decir, no estará ya sustentado por los mecanismos automáticos e instintivos de la vida colectiva. Las palabras y el entusiasmo de los que le rodean carecerán de sentido. Sin embargo, él no les despreciará ni les rechazará. tratará de descubrir si existe todavía alguna manera de comprenderles y vivir por ellos. Y descubrirá que las palabras no sirven de nada en esa situación. Lo único que puede ayudarle es la profunda y muda comunión del amor verdadero.
 En esos momentos supone un gran alivio ponerse en contacto con otros mediante alguna tarea simple, alguna función del ministerio. Entonces les encuentra no con sus palabras o las de ellos, sino con las palabras y los gestos sacramentales de Dios. La palabra de Dios asume una fuerza y una pureza inefables cuando se la considera la única forma de que un solitario puede llegar eficazmente hasta la soledad de los otros, la soledad de la que los otros son inconscientes.
 Entonces comprende que los ama más que nunca, quizá que por primera vez los ama realmente. Hecho humilde por su soledad, agradecido por la obra que le pone en contacto con los otros, sin embargo continúa solo. No hay soledad mayor que la de un instrumento de Dios que se da cuenta de que sus palabras y su ministerio, aunque sean palabras de Dios, no pueden hacer nada para cambiar su soledad y sin embargo comprende que, más allá de toda distinción entre mío y tuyo, le hacen uno con todo el que se encuentra".

Thomas Merton
"Notas para una filosofía de la soledad"
(Humanismo Cristiano)

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.