Seguidores

sábado, 8 de marzo de 2014

EL CRISTO TENTADO DE MATEO

El Cristo Tentado de Mateo: “Cristo, verdadero Israel. El relato aquí parece un verdadero duelo de escribas, por la frecuencia de citas del Antiguo Testamento que jalonan el curso de la narración, y que utilizan los dos oponentes como instrumento de lucha. Así tenían lugar los duelos rabínicos de entonces. Y aquí Jesús aparece como un mejor conocedor de la Escritura que el diablo. Observando los textos comprendemos que Mateo quiere enlazar la tentación de Jesús con las tentaciones de Israel en el desierto, acorde con todo el plan de Mateo en su evangelio. Hay una evidente continuidad entre bautismo de Jesús y tentaciones: “Tú eres mí Hijo” por parte de Dios, y luego “Si en verdad eres hijo”, de parte del diablo. La idea de la filiación divina de Jesús es central en este evangelio. 
Los Padres de la Iglesia comprendieron la importancia espiritual de este vínculo mateano entre Israel y Jesús (NT: vuelta de Egipto, bautismo y tentación, vs. AT: Salida de Egipto, paso del mar rojo, estancia en el desierto). Cristo tentado asume y cumple la “figura israelis”, y Justino ve en la lucha entre Jacob-Israel y el ángel un anuncio de las tentaciones de Cristo. Mateo pretende mostrarnos que las enseñanzas que Israel ha sacado de sus tentaciones se han hecho fructíferas en Jesús, y de ahí Jesús es aquel en quien la historia de Israel confluye, es el la plenitud de Israel, el nuevo y verdadero Israel. Según esta tipología de Mateo, Jesús ha de ser tentado, y la ocasión inmediata es la misma que tuvo el pueblo de Dios: el hambre. El diablo aprovecha la ocasión para incitar a Jesús a cambiar en pan las piedras. Pero es Jesús quien a de clarificarse a sí mismo en que consiste su filiación divina. Al responder Jesús se identifica con Israel en el desierto, y en lugar de la queja, ofrece la confianza ( Escribió Orígenes: “Por la respuesta del Señor parece que se sometió a lo penoso del maná, manjar del cielo, y sufrió hambre para llenarse del todo de la fuerza de ese alimento”) El maná es la Palabra que Dios ha dirigido a su pueblo, o a su Hijo en el bautismo, y Jesús vive de esa palabra que le viene del cielo, y que le ha establecido como Hijo; el diablo quería demostrarle que andaba por su cuenta, que Dios no se ocupaba de él. La respuesta de Jesús dice: yo me fío totalmente de esa palabra, y por eso es que entonces se “transforman las piedras”: multiplicación de los panes. La segunda ronda de la lucha entre Jesús y el diablo lleva también la marca de la Escritura: el oponente vencido por la Escritura, se vale de ella para la segunda tentación. Si Jesús hubiera secundado la propuesta del tentador habría sido blasfemo, pues se le propone demostrar su cualidad de Hijo; pero así como el pueblo en el desierto provocó a Dios (Dt 6, 16 y Ex 17, 1-7) Jesús como el Israel verdadero se atiene con obediencia incondicional a la voluntad de Dios. Aquí Jesús se muestra como alguien que, en pleno conflicto, se atiene inconmovible a la voluntad de Dios, que le llega en la palabra. Importante este texto para los Padres, pues revela el vínculo de Cristo con la Escritura, el AT, y el recto uso de la Palabra de Dios. Finalmente la tercera ronda de duelo entre Cristo y Satanás tuvo lugar en un monte muy alto. El diablo cambia de táctica, y trueca el ataque por un ofrecimiento Descubrimos aquí el paralelo con Dt 6, 13-15, y Ex 32, 8, cuando el pueblo abjuró de Dios para irse tras los ídolos. Aquí se habla del dominio del mundo: Satanás domina matando, Cristo salvando, dando vida. Satanás le ofrece un camino corto, Jesús elige uno largo: la cruz, la pasión. Dirá San Pablo: 1 Corintios 6, 20.

No hay comentarios:

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.